sábado, 15 de diciembre de 2012

La paradoja de Fermi


En 1950, el físico americano de origen italiano Enrico Fermi, mientras trabajaba en laboratorio de Los Álamos, planteó, en una conversación informal con sus colaboradores, la que posteriormente fue llamada “paradoja de Fermi”.
Su razonamiento fue el siguiente:
Si, como parece, la vida es casi inevitable en el Universo y dada la gran cantidad de estrellas que podrían tener planetas que albergaran vida, incluso inteligente, ¿cómo es que todavía no hemos podido detectar ninguna civilización extraterrestre?
Desde entonces se han planteado numerosas explicaciones a esta paradoja.
1) Somos únicos.
Dado el número de estrellas de la galaxia y el número de galaxias del universo, esto parece extremadamente improbable.
Podríamos ser los primeros en la galaxia. La vida necesita de elementos químicos producidos en la explosión de supernovas y puede ser que hasta ahora no se haya dado el tiempo suficiente para su formación. El sol es una estrella de segunda o tercera generación que tiene unos 4.650 millones de años, poco menos de un tercio de la edad del universo.
2) No somos únicos pero hay pocas civilizaciones y están muy separadas.
Las inmensas distancias y el límite de la velocidad de la luz impiden la exploración.  Estamos separadas no sólo en el espacio sino también el tiempo. Otro día hablaremos de la Ecuación de Drake.
Las civilizaciones podrían durar poco. Se autodestruirían.
El mismo Fermi, inmerso de lleno en la carrera armamentística de la guerra fría,  propuso que las armas atómicas podrían ser una de las causas de tales catástrofes.
Las circunstancias que nos han originado pueden ser muy poco probables.
La tecnología tampoco es inevitable. Podría haber muchas civilizaciones inteligentes que no hayan desarrollado la tecnología por serles innecesarias. En un mundo oceánico con seres inteligentes parecidos a los delfines difícilmente de desarrollaría una civilización tecnológica.
3) Somos primitivos y no tienen interés por nosotros.
Nuestra civilización sólo tiene varios miles de años. Imaginaos una civilización con varios millones de años de desarrollo. No seríamos capaces de detectar sus comunicaciones al ser muchísimo más avanzadas. Podrían haber descubierto sistemas de comunicación más rápidos que las ondas electromagnéticas. Pensad un momento:  ¿Podría una hormiga fabricar un receptor de radio?. Seríamos para ellos como una colonia de gusanos junto a una chimenea volcánica en el fondo del océano.
Quizás no seamos más que el resultado de una contaminación involuntaria de alguna civilización que visitó la Tierra hace 2.000 millones de años.
4) Somos primitivos y no interfieren, sólo nos observan.  
La Tierra es un zoológico o reserva  biológica protegida.
Civilizaciones mucho más avanzadas podrían mantenerse al margen hasta que no llegáramos a una determinada fase de desarrollo.
Quizás seamos un experimento biológico.
5) Por razones de seguridad, todas las civilizaciones escuchan y ninguna habla.
Es posible que los planetas habitables sean escasos y codiciados.
Una civilización que se hace notar puede ser fácil presa de otra mucho más avanzada.
Se han sugerido más posibilidades y me gustaría que aportarais otras posibles explicaciones en vuestros comentarios.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Serendipia


Serendipia es un descubrimiento que se realiza gracias a una combinación de azar y sagacidad.
La palabra inglesa “serendipity”, de la cual proviene, se encuentra hoy en los diccionarios de inglés y su noción se ajusta muy bien a numerosos casos de descubrimientos científicos o no, que se producen  “por casualidad”, que se encuentran sin buscarlos, pero que no se habrían llegado a realizar de no ser por una visión sagaz y atenta a lo inesperado.
Es una pena, pero esta palabra no aparezca en el diccionario de la RAE.
La palabra fue utilizada por primera vez por Horace Walpole, en 1754.
Proviene de un cuento árabe muy antiguo en el que unos príncipes de Serendip (antiguo nombre de Ceylan, la actual Sri Lanka) realizaban continuos descubrimientos en sus viajes. Descubrimientos por accidente y sagacidad de cosas que en principio no buscaban.
En todas las ramas del conocimiento humano se han dado este tipo de descubrimientos.
Se dan ejemplos de serendipia en la literatura, la historia, la arqueología, etc., pero me voy a ceñir a las llamadas ciencias “duras”.


Principio de Arquímedes
Cuenta la leyenda que Arquímedes tenía el encargo de su rey de encontrar un sistema para comprobar la pureza del oro.
Mientras cavilaba sobre volúmenes y densidades le dio por meterse en una bañera completamente llena de agua. Observó que su cuerpo iba pesando menos a medida que se sumergía y hacía rebosar el agua del baño. Tan grande fue su entusiasmo al darse cuenta de que el volumen de agua desplazado era el mismo que el de su cuerpo sumergido que salió corriendo desnudo de los baños gritando “Eureka” (Lo encontré).
Ley de la gravitación universal
Es muy conocido que Newton la descubrió a partir observar la caída de una manzana.
Rayos X
Varios científicos del siglo XIX habían jugado con los penetrantes rayos que se emiten cuando los electrones golpean un objetivo metálico. Pero los rayos-x no
fueron descubiertos hasta 1895, cuando el intelectual alemán Wilhelm Röntgen probó a colocar varios objetos en frente de la radiación y vio los huesos de su
mano proyectados sobre la pared.
Rayos infrarrojos
Pues el primero en detectarla de alguna forma y darse  cuenta de que era luz y de que no era visible fue Herschel. El 11 de Febrero de 1800 se encontraba
haciendo un experimento que consistía en hacer pasar la luz solar por un prisma, para así descomponerla por efecto de la dispersión en sus colores, y medir con termómetros la cantidad de energía que obtenía de cada color.
El caso es que tenía un termómetro de referencia, para saber la temperatura de su habitación y así comparar los termómetros que estaban a la luz. Y el
termómetro se encontraba justo más allá del color rojo. Pero cuando fue a mirar ese termómetro de referencia ¡resulta que marcaba una temperatura
mayor que el resto! es decir, se había calentado más que los demás y no había sido expuesto de forma directa a la luz que podemos ver.
Herschel repitió el experimento y los resultados le llevaron a pensar que existía un tipo de luz, que no podemos ver pero que cuya capacidad para
calentar las cosas es mucho mayor. Descubrió así el Infrarrojo.



Teflón
Fue descubierto en 1938, mientras  Roy J. Plunkett trabajaba en el desarrollo de sustancias refrigerantes y debido a un mal funcionamiento durante sus
experimentos.
Horno microondas
Cuando un magnetrón derritió una barra de caramelo que llevaba en el bolsillo Percy Spencer, un ingeniero de la empresa Raytheon, principal proveedor de radares de los EE.UU..
Post-it
Una partida defectuosa de pegamento de la marca 3M fue reutilizada para otros fines.
Penicilina
En 1922, Alexander Fleming estaba analizando un cultivo de bacterias, cuando se le contaminó una placa de bacterias con un hongo. Más tarde descubriría que alrededor de ese hongo no crecían las bacterias y compredió que ahí había algo que las mataba. Descubrió la Penicilina.
Viagra
En principio fue desarrollada contra la angina de pecho pero resultó más efectiva en otras partes.
LSD
Albert Hofmann estaba desarrollando una droga para estimular el parto y encontró este potente alucinógeno.
Y por fin en el campo de la Astronomía.
Radiación de fondo del big-bang
Mientras trabajaban en un nuevo tipo de antena en los Laboratorios Bell, Penzias y Wilson, encontraron una fuente de ruido que no podían explicar que provenía de todas direcciones. Descartaron todas las posibles fuentes hasta que fue finalmente la identificaron como la radiación de fondo de microondas del Big Bang.

Caronte, luna de Plutón
En algunas de las primeras fotos que se hicieron de Plutón, la imagen de éste aparecía con un abultamiento y se dieron por defectuosas pero una avería en una máquina hizo que James W. Christy, mientras la reparaban, revisara otras fotos desechadas y llegara a la conclusión de que ese abultamiento en la imagen de Plutón era producido por otro cuerpo que orbitaba a su alrededor.
Límite de la velocidad de la luz
Michelson y Morley, la descubrieron por azar mientras investigaban el desplazamiento de la Tierra sobre el éter.
Resumiendo, el azar no es nada sin alguien que le dé significado a través del conocimiento y el conocimiento es infértil cuando no existe suficiente capacidad creativa.
Louis Pasteur dijo una vez: “En los campos de la observación, el azar favorece sólo a la mente preparada”.